Como socia de la International Association for the Estudy of Dreams / Asociación Internacional para el Estudio de los Sueños, suscribo su código ético:

  • Acompaño en el trabajo con los sueños desde el respeto a la dignidad e integridad de la persona soñadora y desde el reconocimiento de que es él o ella quien debe reconocer la importancia de su sueño en su vida. Los sistemas de trabajo con los sueños que se asignan la autoridad o el conocimiento sobre los significados del sueño sin tener en cuenta a la persona que lo ha soñado y a sus circunstancias, pueden ser engañosos, inexactos y perjudiciales. Acompaño en el trabajo con los sueños para que la persona soñadora se encuentre con las imágenes, sentimientos y asociaciones vinculadas al sueño y oriento a la persona soñadora hacia una mayor experiencia, aprecio y comprensión de su sueño. Cada sueño tiene múltiples capas de significado. Utilizo diferentes técnicas de aproximación a los sueños para que la persona se pueda poner en contacto con esas diferentes capas y apreciar su integración.
  • La persona soñadora decide en todo momento aquello que quiere compartir o dejar de compartir sobre su sueño y esta decisión será siempre respetada y honrada. El trabajo con los sueños puede poner en contacto a la persona soñadora con emociones y cuestiones inesperadas durante las sesiones de trabajo con los sueños. La información y el mutuo acuerdo acerca del grado de privacidad y confidencialidad son ingredientes esenciales para la creación de un espacio seguro en el que compartir los sueños.
  • El trabajo con los sueños fuera de un contexto clínico no puede considerarse un sustituto de la psicoterapia y no debe utilizarse como tal.
  • Reconozco y respeto que existen muchas escuelas de trabajo con los sueños que son válidas y las integro en mi trabajo desde muchas tradiciones diferentes. Entiendo que la experiencia onírica también contiene aspectos sociales, culturales y transpersonales, además de los personales.
  • Mi propósito es honrar y respetar a la persona soñadora así como al sueño, en todos los encuentros.